El Templo de los Caídos

En el confín más recóndito de la Galaxia, rodeado por un halo de misterio, se encuentra un pequeño planeta sin nombre que no consta en los registros.

La jungla se extiende hasta el último rincón del planeta, como un manto verde que oculta sus secretos y salpicado por el sinuoso curso de un río. Bajo el techo de hojas, invadidas por las raíces, el musgo y la fauna, se encuentran desperdigadas varias ruinas de piedra blanca con extraños grabados en su superficie que en nada se asemejan a ninguna de las lenguas conocidas. Siguiendo estas estructuras, te encuentras ante un majestuoso templo construido con el mismo material, totalmente intacto, como si la propia vegetación respetase al gigante albo.

Esta misma sensación de respeto es la que te transmite a ti, pero no es una sensación de miedo, sino de fascinación. Algo dentro de ti te susurra directamente al corazón nada más entrar por las puertas blancas. En ese lugar recuerdas a tus compañeros caídos, a aquellos que, tal vez, dieron la vida por ti o perecieron en tus brazos. También recuerdas a tus enemigos, a aquellos a los que has dado muerte durante tu vida.

Viajero, te encuentras ante el Templo de los Caídos. Un lugar sagrado en el que los nombres de los fallecidos perduran en la eternidad de la memoria. Un lugar en el que dirigir unas últimas palabras de despedida a aquellos que han dejado el mundo.

Descansen en paz.