Mustafar está localizado en el Borde Exterior y su paisaje esté salpicado por gigantescas cordilleras montañosas de cuyas cimas brotan fuentes de lava y fuego. Anchos ríos de material fundido recorren toda la corteza planetaria y crean grandes cascadas de magma que son tan hermosas como peligrosas.
El humo que emana de las constantes erupciones y de las chimeneas volcánicas cubre enteramente el cielo del planeta con grises nubarrones que apenas dejan ver la luz del sol y la intensa actividad geológica crea interferencias naturales que han mantenido a este mundo apartado de los ojos del resto de la galaxia durante eones.
A pesar de ser un entorno natural infernal Mustafar alberga una importante vida nativa capaz de sobrevivir a sus extremas condiciones. Los mustafarianos, que fueron sometidos tras la llegada del Nuevo Imperio y obligados a servirles como esclavos en las fábricas que construyeron en el planeta. No hay ninguna ciudad o asentamiento urbano en Mustafar, solo algunos puestos fronterizos supervisados por el Ejército Imperial como defensa.